En Colombia, cerca del 53 % del territorio es considerado como zona no interconectada a la red eléctrica nacional (ZNI).
En estas zonas habitan 653.000 familias de las cuales solamente 243.000 familias cuentan con servicio de energía en sus viviendas. De estas familias, el 40 % dispone de energía las 24 horas, de las cuales el 43% corresponde a generación de energía con fuentes no convencionales de energía renovable.
Dentro de esta iniciativa, en 2021 se estableció la necesidad de desarrollar e implementar 2491 soluciones individuales solares fotovoltaicas en hogares rurales y dispersos de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Casanare, Córdoba y Magdalena
Uno de los municipios seleccionado fue Tiquisio, ubicado al sur del departamento de Bolívar. Esta zona es estratégica debido a su cercanía con los puertos más importantes del país y concentra un gran potencial de desarrollo en sectores agrícolas, mineros y de ecoturismo.
Sin embargo, según datos de la UPME del 2021, el índice de cobertura de energía eléctrica en la zona rural del municipio de Tiquisio es de 56, 55%, por lo que a la fecha existían 1220 familias sin acceso a la energía eléctrica.
En este contexto, Corpoema participó como agencia interventora del proyecto de instalación de 640 soluciones fotovoltaicas aisladas (offgrid) individuales de 800 W cada una.
La ejecución del proyecto abarcó un total de 18 veredas, logrando un impacto positivo en diversas comunidades locales. Nuestra visión se centró en fortalecer la infraestructura existente y fomentar un entorno sostenible para mejorar la calidad de vida de todas y todos los habitantes.
El equipo de Corpoema ha asegurado el buen desarrollo de la construcción, instalación e implementación de las infraestructuras en su rol como agencia interventora. En el último año, nuestros ingenieros han estado presente en el terreno durante todas las fases, supervisando los trabajos y fortaleciendo el contacto con la comunidad local para garantizar la aceptación del proyecto.
Este esfuerzo conjunto se realizó gracias a una colaboración financiera entre el IPSE, gestionado por GENSA. Los proyectos no solo logran reducir la dependencia de fuentes de energía no renovable, sino que también democratizan el acceso a la electricidad en áreas remotas, allanando el camino hacia la transición energética justa y sostenible.